Mostrando entradas con la etiqueta palabras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta palabras. Mostrar todas las entradas

viernes, 4 de enero de 2013

Carta de despedida




(algo) Me has contagiado; por mis venas corre noche esta densa sangre negra; negra tan, como la tinta de la pluma con la que ayer (me) escribiste... última por vez, última carta tuya. 
El puente que (tanto tiempo) nos mantuvo unidos, aguantando innumerables tormentas, esas incontables embestidas de aquellos mares embravecidos, de palabras hecho solo estaba... de palabras que nunca llevarse ningún viento podrá jamás.
Nunca nadie nada supo... y yo, tampoco. Nunca nadie quiso, y tú, menos. Y así quedamos los dos, atrapados, estacados, uno a cada lado del charco. Nuestras versos, esos, aún esperan ser oídos, besos, que sueltos, casi muertos suenan a canción de despedida, sangre corre, negra tinta,
punto final,
                (recuerdos de)
                                 esta última línea.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Cicatrices


¿Quién soltó la palabra maldita?, infectando el aire de esta tormenta asesina, y mutilando así, el largo sueño de los débiles. ¿Cuál es el atajo siniestro que descubrieron los malditos para llegar, de una sola mordida, a rasgar el corazón? ¿Cómo puede un puñado de palabras, arrojadas al azar tanto tiempo atrás, habitar en el silencio, agazapadas en la grieta hasta el día de hoy, y retornar en verso, convertidas ya en este temido sangrado sublime? ¿Cómo se salvará esta herida, si nunca ensayé la lucha? Desandar los pasos lleva hacia adelante, y retomar el camino es una provocación temeraria de alterar un giro, y desafiar lo escrito. 
El verso calla, y el poema queda en blanco... pero sus huellas se vuelven cicatrices, cada vez más profundas.  

jueves, 28 de junio de 2012

Yo creo que desde muy pequeño...

"Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba."

"En suma, desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas."

J.Cortázar

lunes, 20 de junio de 2011

Conversaciones con el Duende

Juguemos con las palabras - me dijo el duende - no te detengas a pensar, y no se vale corregir.
La invitación sonó a desafío, pensé, y un guante blanco me abofeteó en la izquierda, y desapareció. Una sonrisa ahogada delató al duende, que cayó en redondo, sin tiempo de arrojar un ancla, sin poder impedir la caída de una flor. El mar se detuvo en la orilla, sin ánimo de avanzar. Un nombre tallado en la arena, saudade, se puso de pie, y se arrodilló. Frente al océano infinito él también calló sus culpas, mientras el horizonte lejano alzó una línea al cielo y señaló. Nubes con rostros tuyos, llovían en deseos pasados, poblando un suelo virgen sin tiempo recobrado. Cesó súbitamente el aguacero, y todos los senderos fueron borrados de la faz de la tierra. En un desierto sin nombre, una semilla al viento no arribará en flor. Las piedras ríen muy lento, el tiempo espera para actuar que se descifre el grano de arena. ¿En verdad cabe un mundo en la palma de esta mano? Cabe también, en un suspiro final, al contemplar un río en silencio desde la altura del último puente. Los duendes pueden volar, y esa es su desventaja. Si existe grandeza en la altura, reside en la imposibilidad de permanecer allí.. Hay otoño en la caída, y toda compañía hoy viene con vencimiento oscuro. Los ocres resaltan el paisaje, anidan en la espada, y oxidan los huesos y las naves. Una mano sobre la otra dan cuerda al reloj. Un viaje espera por ti, detenido en el muelle.

miércoles, 8 de junio de 2011

La Palabra Arriesgada

Palabra es la primer palabra. Un impulso que explota, compone la primer linea. Un poema es, en definitiva, una jugada arriesgada. E incapaz, a veces, el verso, de transmitir lo que siento; ese festival de besos tuyos que danza en mi interior. Una música sin tiempo, jamás oída, y jamás bailada. Acordes que interpretan a la perfección, mis ganas de ti. Sobre la llama eterna giramos, de la mano, tu y yo. Fundidos en un tacto divino, y mientras una rosa niña refleja la cara mas melancólica de la luna, una sombra de locura triste engulle, en silencio, esta noche ideal. Pausado el instante, los dioses discuten la jugada. Aturdida su atención en el ritmo de nuestros pasos, caen impotentes ante la huella de un soñador. Ante el anhelo de aquellos que trabajan por el ocaso de una llama viviente, el refugio sigue siendo permanecer, habitar en la magia. Perpetuar la mística, aun sin la promesa de una salvación.