sábado, 5 de enero de 2013

Los Demonios, o una Visión Oscura

"Cada noche, y a través de la noche misma, una parte de mí, agazapada durante el día o en el discurrir del bochorno y las horas muertas, se adentra temblorosa en el silencio previo a la conjura, en el túnel siniestro de un tiempo lento, detenido como una broma. Se alzan fatales los muros al costado del camino y sucumbe el suelo bajo los pies descalzos; agonizante el cuerpo y vencido, en el reflejo lejano de una fosa que encierra entre las sombras el eco lastimoso de mil aullidos abandonados. Grietas en el panal anuncian la caída, y brota el llanto de sangre de aquellos que observaron el horror sin pestañear. Condenados a mirar de frente, lloran espinas de fuego sobre el fango helado que muerde ya sus rodillas, y entumecidas sus manos, se quiebran al rezar por el tiro final que acabe con la tortura espeluznante. Se confabula en el silencio un sueño muerto, un intento desesperado por escapar al designio fatal, el repugnante asco de ser el manjar final de las bestias, carne podrida, reventada y agusanada, vil alimento ponzoñoso de vomitivas alimañas. Digeridas de esta manera atroz las penurias de un día mediocre y gris, vuelve la sangre vital a la tierra de donde brotó el primer día, la historia vuelve a comenzar en sus anales de miseria, con la promesa cínica de un camino suave y tibio que nunca llegará."

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