martes, 9 de octubre de 2012

Solo una excusa más...

“Si la vida es una eterna incógnita, 
por qué con la muerte habría de ser diferente.”
E. Sábato 



Leo, sí, leo bastante... aún bajo la certeza de que nunca será suficiente.
Y escribo, también... cada vez escribo más. 
Escribo, como impulso, o tal vez, para huir de aquí, de esta esquina y de este tiempo tan esquivo y fugaz que me ha tocado habitar.
El eco de aquella frase insiste por dentro, profundo... yo dudo, elijo dudar, dudar con todo mi alma.
Intento en vano poblar cada instante en blanco de versos nuevos y torpes, escritos, sangrados, oídos,  soñados... Como esos tres puntos suspensivos a los que siempre vuelvo, y que me colman de misterios, de sublimes visiones que, en algún recóndito rincón de mis sombras, alguna noche haré realidad; como aquellas malditas ventanas que alguna vez soñara Baudelaire, iluminadas  por la tenue luz de una vela a punto morir.
No se trata─ que nadie se confunda─, de algún modo de evasión, no... es una manera más de resolver esta trama ardiente y sutil que me oprime, de salvar este presente fatal de la mediocre visión de los que continúan caminando su condena en círculos, y convirtiendo su infame angustia existencial en un abismo infinito que los absorbe lentamente y los vuelve cada día más insignificantes.
La rueda ha comenzado a girar, para todos... decidan ustedes, señores; ya no queda mucho tiempo más.

No hay comentarios: